1.- Antes que nada debes integrar ti kit de limpieza con una cubeta, una bolsa, una escoba, un trapeador, un bote para basura, toallas desechables desinfectantes, limpiador de vidrios, cepillo y líquido para limpiar inodoros. Si tienes todo el paquete junto ahorrarás tiempo y será más fácil comenzar la limpieza.

2.- Lavabo. Toma una toallita desinfectante y limpia el lavabo. Elimina restos de cabellos y todo rastro de basurilla. Si es necesario utiliza un paño o una esponja con limpiador en polvo y frota la superficie del lavabo. Enjuaga con abundante agua. Si quedan manchas de óxido o moho, puedes eliminarlas con una mezcla de cloro con lejía o con amoniaco. Hay que dejar actuar unos momentos y luego enjuagar. Las manchas más rebeldes puedes limpiarlas con alcohol o aguarrás y enjuagar muy bien con agua caliente y detergente.

3.- Llaves. Nada peor para una mala apariencia del lavabo que unas llaves opacas y con sarro. Para limpiarlas el mejor aliado es un cepillo pequeño que pueda llegar a todos los bordes. También puedes utilizar un paño o esponja, pero con la precaución que requiera el material con el que estén fabricadas para no rayarlas. Para limpiar las llaves cromadas corta un limón por la mitad y frota toda la superficie, enjuaga abundantemente, pero sin desperdiciar agua, y seca con un paño limpio.

4.- Inodoro. El inodoro es un mueble del baño que sí o sí requiere de una limpieza diaria, tanto en el interior como en el exterior: Por dentro limpia con productos como lejía o amoniaco, o vierte vinagre caliente con sal gruesa. Deja actuar y luego con una escobilla talla bien las paredes interiores del inodoro. Al finalizar dejar correr el agua, repite si es necesario. Para el exterior del inodoro utiliza un paño embebido en algún producto desinfectante y pásalo por las tapas, pie y depósito. Si hubiere manchas de óxido, éstas desaparecerán si las frotas con limón y sal. Finalmente, toma otra toallita desinfectante y limpia la tapa por ambos lados, con esto quedará perfectamente limpio.

5.- Azulejos. Las paredes del baño suelen acumular humedad que favorece la formación de moho. Una forma de prevenirlo es manteniéndolo ventilado e incluso secar los azulejos después de una ducha. Si no dispones de un producto específico puedes recurrir a lo siguiente: ralla dos cucharadas de jabón blanco en pan y mezcla con una de alcohol. Frota con un cepillo de dientes las juntas de los azulejos con esta preparación hasta quitar las manchas de moho.  Otra opción es mezclar 1/4 de lejía con 1/2 litro de agua y colocarlo en un envase con pico pulverizador. Rociamos los azulejos con esta preparación sobre las manchas de moho y dejamos actuar 5 minutos. Luego frotamos con una esponja empapada con la mezcla y usamos un cepillo de dientes si las manchas persisten. Finalmente enjuagamos con agua.

6. Espejos y vidrios. Con el limpiador de vidrios, o incluso con vinagre y toallas de papel (de cocina), lava vidrios y espejos. Es importante que te ocupes de limpiar bien el espejo.

7.- Tina. Para quitar las manchas alrededor de la rejilla de desagüe de la tina lo mejor es usar un poco de bicarbonato. Para eliminar el jabón que se adhiere en las paredes utilizar vinagre. Si la tina es de porcelana o mármol, prepara una mezcla con 1/2 taza de vinagre, 1 taza de amoniaco y 1/4 taza de bicarbonato en 1/2 litro de agua caliente y frota la mezcla con una esponja, luego enjuaga con abundante agua. Las tinas de fórmica, cerámica y losa se limpian con un trapo suave embebido en aceite de limón. Si la tina tiene manchas oscuras, rocía un trapo seco con bicarbonato y frota. Para las manchas de óxido leves utiliza medio limón rociado con sal, frota y enjuaga. Las manchas amarillas desaparecerán tallando con fuerza un trapo embebido en una mezcla de 1/2 taza de aguarrás y dos cucharaditas de sal.

8.- Canceles. El principal enemigo de los canceles es la humedad, por lo que se recomienda mantener el baño ventilado. También, después de utilizar la recadera, es conveniente enjuagarlos con agua. Para mantener los canceles en perfectas condiciones debes limpiarlos cada 15 días utilizando una esponja embebida en vinagre blanco. Si son de plástico o rugosa, puedes preparar una mezcla de amoniaco, alcohol y agua en partes iguales y frotar con ayuda de un cepillo. Enjuagar bien y secar con un trapo bien limpio. Si se trata sólo de simples salpicaduras, un limpiavidrios común será suficiente.

9.- Cortina. Es natural e inevitable que en la cortina del baño aparezcan manchas de humedad y moho. Para quitarlas es conveniente sumergirla en una mezcla de 3 litros de agua con media taza de cloro. Cepilla suavemente y enjuaga con bastante agua y suavizante para ropa, después cuélgalas y deja escurrir el agua. Con la misma solución puedes limpiar el tubo que la sujeta, luego pasa un poco de cera incolora y durará más tiempo limpio libre de moho.

10.- Tapetes. Los tapetes de goma o plastificados, además de ser perfectos para evitar resbalones, se pueden limpiar con ayuda de un cepillo, agua tibia y un detergente común. Si el tapete de baño es de corcho, lo mejor es limpiar con un paño humedecido en un poco de jabón. Cada dos semanas es recomendable dejar toda la noche el tapete dentro de una palangana amplia en agua con un poco de lejía.

Quizá esta rutina te lleve un poco de tiempo al principio, pero al hacerlo unas dos veces por semana llegará el momento en que lo harás casi en automático y sin darte cuenta tu baño siempre estará presentable.